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Condiciones de trabajo de principios del siglo XX, Autoridades laborales del siglo XIX

Nuestros colegas de Deslocalización nos dan la pista sobre un nuevo Blog en Chile sobre las condiciones de los trabajadores del Telemarketing: Crónicas Laborales Mestizas

Para que tengáis una idea de su contenido copio y pego una pequeña muestra:

Condiciones inhumanas
Rosario, ya pasó los 50 y hasta el año pasado trabajaba para el call center de Amicam (Amigos del Hospital Calvo Mackenna). Ella estaba encargada, junto a otras teleoperadoras de recolectar las donaciones a través de llamadas a personas del sector oriente de Santiago. “El recinto era muy chico para 28 personas, 25 telefonistas más 3 administrativos. La jefa se sentaba al centro para poder supervisarnos, le faltaba sacar el látigo”, cuenta. En el reducido lugar sólo había dos baños para hombres y mujeres, que además tenían que compartir con los mensajeros encargados de recibir las donaciones. El espacio era estrecho, siempre le dio miedo un incendio o temblor, no era un lugar seguro. Y si de trato se habla, Rosario cuenta que estaba sometida a mucha presión. “Los mandatos por alcanzar la cantidad de donaciones era estresante, no quise continuar”.
Yasna Navarrete trabaja en TP a través de ODS y Sinergia. Allí los trabajadores aparecen con un contrato para el “proyecto” Vodafone como si fuera un trabajo temporal. La teleoperadora cree que sus colegas, en su mayoría, no realizan las denuncias porque quienes trabajan son, mayoritariamente estudiantes y mujeres mayores de 40 años que no encuentran trabajo en el mercado laboral. Por tanto, su tolerancia a estos abusos es mayor. Yasna ha visto de todo trabajando en los call centers, desde supervisores que tratan a garabatos y gritos a sus trabajadores hasta el robo de documentación sindical para fotocopiarlo y amedrentar a los integrantes del sindicato. Mucho para un sueldo de 150 o 190 mil pesos. Como si fuera poco la colación de media hora, se la dan parcializada, corriendo comen algo en 15 minutos y tres horas después, si le dan permiso, podrá “engañar las tripas” para continuar. A ella le corresponde la “resolución”, la estresante tarea de dar soluciones a clientes impacientes y además tiene que vender promociones de telefonía móvil para España. Yasna cuenta que como la hora se cambió a hace poco en la madre patria los turnos de las 3 A.M. pasaron a 4, sin previo aviso.
Es un suma y sigue de acusaciones. Las trabajadoras de Market Line de Multivoice (nombre de fantasía) aseguran que una de las supervisoras las intimida, las trata de gordas e inútiles y a las embaraza las cambia de lugar de trabajo, diciéndoles que son “el cacho de la empresa”.
Cuando fueron de la Inspección del Trabajo a fiscalizar las denuncias, las mujeres, en su mayoría agacharon la mirada. Les dio miedo que las despidieran. Ella y sus compañeras ya no aguantan hacer horas extras que después no les pagan, “Hay gente que trabaja de 9 a 9. Además las horas extras, si es que tenemos la suerte de que nos paguen, lo hacen a menor precio e imponibles... ellos siempre ganan y nos amenazan con un típico ¡‘Al que no le gusta se va!’”, concluye una teleoperadora a LND, que no está dispuesta a seguir en este laburo, donde la voz debe ser siempre grata y paciente, sin evidenciar lo que hay detrás.

Para los que lean las entradas completas:

Sueldos de 150.000 a 190.000 pesos chilenos = De 208 a 264 €

 

 

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