Noticia de 20 minutos
Crispado. Así está el ambiente en las calles coruñesas, por las que un día sí y otro también pasa una protesta. De hecho, si hace un año había una media de 1,4 manifestaciones al día en A Coruña, en las últimas semanas todo ha empeorado y ya se convocan tres protestas diarias. La ciudad se ha convertido en el centro de todas las quejas y entre enero y noviembre de 2006, fue la ciudad gallega con más concentraciones en la calle (519), superando a Vigo (367) y Santiago (160), según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno.
Y los atascos son la principal consecuencia de esa revolución callejera. El próximo, hoy mismo en plena hora punta, ya que a partir de las 20.00 horas los trabajadores de Atento se manifestarán por el centro tras el despido de 179 compañeros. Recorrerán una decena de calles (Juan Flórez, Federico Tapia, plaza de Orense, plaza de Mina, plaza de Pontevedra...) por lo que la Policía Local recomienda o no coger el coche o circular por el Paseo. Para elegir protesta, está claro: todos al Obelisco. Es la nueva zona cero de las quejas y allí están acampados desde hace casi dos semanas los funcionarios. Ahí coincidieron ayer con el personal del Sergas, que por primera vez baja al centro sus pancartas. Mientras, frente al Canalejo, los cocineros protestaban por los «calambrazos» de los carros.
Las pancartas no lo son todo
Las quejas suenan más, y mejor, si se acompañan de ingenio, y en A Coruña no falta en las manifestaciones. Aunque las pancartas son un clásico, los coruñeses han podido ver de todo: desde percebeiros del Puerto Exterior colgados de la Casa del Mar hasta el primer cumpleaños, con tarta y todo, de los funcionarios municipales frente a María Pita. De hecho, los bomberos incluso se fueron de carrera a Madrid para reivindicar sus mejoras salariales. Tampoco faltaron las mariscadoras, con sus cortes en A Pasaxe.
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